Lilith
Súcubo legendaria e infame. Espíritu del viento que, en luna menguante, desciendes impunemente sobre la dormida Uruk; como un ángel de la muerte que siembra el terror, la peste y el caos.
Lilith, lujuriosa e insaciable, seduces
al hombre dormido y solitario; enloqueciéndolo y obligándolo a derramar su esperma
hasta matarlo y matas a sus hijos incircuncisos, en venganza contra el castigo
de Yahvéh.
Fuiste tú Lilith, la primera mujer de Adán.
Te rebelaste contra su yugo viril y obligada a exiliarte al mar Rojo, fuiste consorte
de Asmodeus y reina y madre de
demonios.
Pero, como hijo de la modernidad,
yo prefiero concebirte como arquetipo, metáfora o símbolo del feminismo. En
consecuencia, fuiste tú Lilith, la
primera feminista de la historia.
Alvaro
Carrasquel
Martha C. Weeks, Lilith
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